EL VINO ES UNO DE LOS ELEMENTOS MÁS IDENTIFICATIVOS DE CÁDIZ Y TAMBIÉN UN PODEROSO ATRACTIVO TURÍSTICO, QUE CADA AÑO ATRAE A UN GRAN NÚMERO DE VISITANTES

El vino es uno de los elementos más identificativos de la provincia de Cádiz y también un poderoso atractivo turístico. Cada año son miles los turistas que visitan este destino del sur de la península para conocer su variada oferta vitivinícola, la monumental arquitectura de las instalaciones bodegueras y los genuinos sistemas de crianza de vinos. Toda una experiencia que está al alcance de la mano a través de la Ruta del Vino de Cádiz, articu- Andalucía Única lada como un itinerario imprescindible para aquellos que quieran conocer más de cerca el lugar de origen de algunos de los caldos más sabrosos del mundo. No hay rincón en Cádiz en que la cultura del vino no esté presente de una manera u otra, ya sea a través de la gastronomía o de las fiestas. Y es que no son pocas las festividades que rinden homenaje a estos caldos, como la Feria de la Primavera dedicada al Vino Fino, que se celebra todos los meses de mayo en el Puerto de Santa María; la Feria de la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, que también tiene lugar ese mismo mes; el Festival del Moscatel, en agosto, en Chipiona, o la Bendición del Primer Mosto, que reúne en septiembre a numerosos seguidores en las escalinatas de la catedral de Jerez de la Frontera. La ruta del Vino se inicia al Oeste de la provincia de Cádiz, entre la costa suratlántica y las primeras estribaciones serranas. Es aquí donde se ubica la zona de producción protegida por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, donde se asientan las viñas cuyas producciones son susceptibles de destinarse a la elaboración de los distintos tipos de ‘jerez’. Dentro de esta zona se enmarca un área más reducida llamada del ‘Jerez Superior’ que comprende el triángulo limitado por las ciudades de Jerez de la Frontera, el Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda, y que también determina la exclusiva ‘zona de crianza’ donde se ubican las bodegas elaboradoras de los vinos amparados en la Denominación de Origen.

POCOS LUGARES EN ESPAÑA GOZAN DE UN RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL TAN AMPLIO COMO EL QUE DISFRUTA JEREZ

El recorrido por esta zona vinícola habría que iniciarlo en la ciudad de Jerez de la Frontera, enclave bodeguero más importante del marco del mismo nombre. En esta población el cultivo del vino alcanza su mayor representación; y es que, pocos lugares en España gozan de un reconocimiento internacional tan amplio como el que disfruta Jerez. El urbanismo jerezano presenta la peculiaridad que le es aportada por la arquitectura de sus bodegas, en las que, incluso, se observan características constructivas muy cercanas al lujo. Las más importantes bodegas son maravillosos conjuntos monumentales que encierran las claves que hicieron del ‘jerez’ el vino más famoso del mundo. Específicamente diseñadas para la crianza de sus caldos más representativos -finos, amontillados y olorosos- en los que nada se deja a la improvisación, las bodegas jerezanas son edificios de altos techos soportados por columnas estilizadas, porte majestuoso e interior fresco y tenuemente iluminado que conforman un ambiente de sosiego. El camino que desde Jerez conduce a Sanlúcar de Barrameda presenta el característico paisaje con sus horizontes abiertos y suavemente ondulados en los que se asientan los viñedos de ‘Palomino’, ‘Moscatel’ y ‘Pedro Ximénez’, las variedades de uvas admitidas por el Consejo Regulador. Las tierras de mayor calidad son las llamadas ‘albarizas’, de color blanquecino y Imagen de un espectáculo ecuestre celebrado en las Bodegas Williams&Humbert. compuestas de mangas orgánicas formadas por la sedimentación de las aguas del mar que en el oligoceno cubrían la comarca. Son tierras ricas en carbonato de cal, arcilla y sílice, cuya característica principal es su alto poder de retención de la humedad, almacenando la lluvia caída en invierno para nutrir a la cepa en los meses secos. Entre Jerez y Sanlúcar se encuentran los mejores ‘pagos’, pequeñas zonas de viñas generalmente delimitadas por accidentes topográficos, con tierras y mesoclimas idénticos. Entre los ‘pagos’ de mayor calidad destacan Macharnudo, Carrascal, Balbaina y Añina, todos ellos ubicados en tierras de ‘albarizas’ del Jerez Superior. Las bodegas sanluqueñas, tan suntuosas y solemnes, como las de Jerez-Barbadillo, Hidalgo, Argüeso, presentan un genuino mIyen interesantes itinerarios dirigidos por guías e intérpretes que explican los sistemas de elaboración de sus principales caldos. Visitarlas permite introducirse en la historia de algunos de los vinos con más renombre internacional. Por lo general los cascos de bodegas son de planta rectangular, con muros de mampostería y techos a dos aguas sostenidos por pilares, que, a veces, se unen entre sí por medio de arcadas. El artesonado, compuesto de vigas de madera, alfajías y tablas, está cubierto en su exterior por la tradicional teja árabe. En su interior son altas, con varias naves, en general, en numero par, y ventanas en su parte superior cubiertas con esterones. Por las ventanas entra el aire, pero muy poca luz. El suelo es de albero y se riega con frecuencia. Todo ello permite mantener la temperatura casi constante durante todo el año. Con más de cien años de historia, la bodega Federico Paternina es una de las grandes bodegas españolas. Internacionalmente conocida por sus productos y por el crecimiento que está experimentando, el orgullo de las bodegas es estar en tres de las denominaciones de origen más relevantes de España: Rioja, Jerez y Ribera del Duero. Las Bodegas Paternina División Jerez reúnen el triángulo formado por los municipios de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.

EL PUERTO DE SANTA MARÍA, IMPORTANTE CENTRO TURÍSTICO, ES LA OTRA LOCALIDAD COSTERA DEL ‘MARCO DE JEREZ’

Los vinos con esta denominación de origen son el resultado de la interacción del medio natural y la acción del hombre, esta última muy importante para la calidad del vino de Jerez. Pocos vinos tienen un proceso de elaboración tan artesanal como los vinos que están bajo la denominación de origen Jerez-Xerès-Sherry y Mancroclima proporcionando por la ubicación de la ciudad, junto a la desembocadura del Guadalquivir, que es fundamental para la crianza de la ‘manzanilla’, su vino más representativo, protegido por la denominación específica ‘Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda’. El Puerto de Santa María, importante centro turístico que cuenta con un destacado patrimonio monumental, es la otra localidad costera del ‘Marco de Jerez’. El Puerto también cuenta con importantísimas instalaciones bodegueras como Osborne, Terry o Luis Caballero, donde los vinos básicos de la zona -el fino, el oloroso y el amontillado- envejecen en el ambiente que es característico de todo el marco. En Chipiona, villa agrícola y marinera, cuyo término está incluido en la zona de producción del marco de Jerez, se elabora un magnífico ‘Moscatel’, vino dulce y afrutado obtenido a partir de uvas del mismo nombre. Menor es la producción del ‘Tintilla’ de Rota, una reliquia enológica de sabor dulce y color oscuro, procedente de la variedad de uva homónima, que es posible degustar en algunas de las contadas bodegas que aún perviven en esta localidad. Importante es también la producción vinatera de Chiclana de la Frontera que se comercializa bajo el distintivo ‘Vinos de Chiclana’. En sus bodegas se elaboran excelentes finos, moscateles, amontillados, olorosos y creams, cuyas características son cercanas a la de los vinos jerezanos de igual nombre. Las visitas a las bodegas más importantes de la provincia incluyen interesantes itinerarios dirigidos por guías e intérpretes que explican los sistemas de elaboración de sus principales caldos. Visitarlas permite introducirse en la historia de algunos de los vinos con más renombre internacional. Por lo general los cascos de bodegas son de planta rectangular, con muros de mampostería y techos a dos aguas sostenidos por pilares, que, a veces, se unen entre sí por medio de arcadas. El artesonado, compuesto de vigas de madera, alfajías y tablas, está cubierto en su exterior por la tradicional teja árabe. En su interior son altas, con varias naves, en general, en numero par, y ventanas en su parte superior cubiertas con esterones. Por las ventanas entra el aire, pero muy poca luz. El suelo es de albero y se riega con frecuencia. Todo ello permite mantener la temperatura casi constante durante todo el año. Con más de cien años de historia, la bodega Federico Paternina es una de las grandes bodegas españolas. Internacionalmente conocida por sus productos y por el crecimiento que está experimentando, el orgullo de las bodegas es estar en tres de las denominaciones de origen más relevantes de España: Rioja, Jerez y Ribera del Duero. Las Bodegas Paternina División Jerez reúnen el triángulo formado por los municipios de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Los vinos con esta denominación de origen son el resultado de la interacción del medio natural y la acción del hombre, esta última muy importante para la calidad del vino de Jerez. Pocos vinos tienen un proceso de elaboración tan artesanal como los vinos que están bajo la denominación de origen Jerez-Xerès-Sherry y Man- Andalucía Única zanilla de Sanlúcar de Barrameda. La principal variedad de uva plantada es la Palomino (ocupa casi el 95% del viñedo), que es la utilizada para los cuatro principales vinos de Jerez: Manzanilla, Fino, Amontillado, Oloroso y Vinagre de Jerez. También hay una variedad de uva denominada Pedro Ximénez, de menor producción, utilizada para elaborar los vinos con este nombre y otros tipos de vinos elaborados con el encabezado de éstos (Cream, Medium). Otra variedad cultivada en la zona en menor proporción es la uva de Moscatel, que se destina a producir vinos que llevan su nombre. Otra de las bodegas jerezanas de mayor prestigio es la de Emilio Lustau, especializada desde hace un siglo en la elaboración y comercialización de vinos de Jerez selectos y de alta gama, además de brandy y vinagre de Jerez. Su dilatada trayectoria internacional y su sólida vocación exportadora le ha llevado a estar presente a día de hoy en más de 30 mercados de los cinco continentes. En las bodegas Lustau un equipo encabezado por Juan Fuentes Romero, capataz general, tiene la responsabilidad de asegurarse que la combinación de jerez mantiene los altos estándares que han sido establecidos, decidiendo qué botas de jerez se necesitan para una mezcla y cómo cada bota se está desarrollando. Entre las bodegas más antiguas de la zona se encuentra las de González Byass, fundada en Jerez en 1835. En la actualidad elabora y comercializa Vinos de Jerez (Finos, Manzanillas, Olorosos, Amontillados, Pedro Ximénez); otros vinos (Rioja, Cava, Vinos de la Mancha, Vinos de Chile); Brandies de Jerez, Chinchón, Licores de Frutas y cremas y aceites y vinagres. En las bodegas Harveys se elabora el vino de Jerez más vendido en todo el mundo, el Harveys Bristol Cream, conocido por su peculiar sabor conseguido mediante la combinación de finos, amontillados, olorosos y Pedro Ximénez. Su armoniosa arquitectura bodeguera del siglo XIX y su cuidada flora y fauna se complementa con el Museo de Harveys, situado en el antiguo Alambique de Harveys. Otra parada obligada son las bodegas de Pedro Domecq, que además de ser las más antiguas en la zona, destacan por su marco arquitectónico, la armonía de sus edificaciones, sus jardines, plazas y patios, que invitan a retroceder en el tiempo, y las Bodegas Garvey, asentadas hoy en día en el Complejo Bellavista, en Jerez de la Frontera. Bodegas Garvey es una de las más importantes empresas del sector del Jerez tanto a nivel nacional como internacional. La Bodega ha añadido un nuevo atractivo para los visitantes a sus instalaciones: una colección única de más de 15.000 etiquetas de vino de Jerez, correspondientes a diversas épocas. El museo cuenta con más de 15.000 etiquetas impresas entre 1854-1954, de las que sólo están expuestas 8.000, procedentes de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. En este recorrido por las principales bodegas gaditanas hay que hacer una parada en las bodegas Williams&Humbert. Fundada en 1877 por Alexander Williams, actualmente en manos de la familia Medina y con un capital 100% andaluz, Williams & Humbert es una de las bodegas más importantes del Marco de Jerez. Líder en el mercado con marcas como Canasta, Brandy Gran Duque de Alba o DrySack, la compañía ha sabido adaptarse a los tiempos llevando a cabo una importante política de diversificación y productos acordes a los gustos de los nuevos consumidores. Es el caso de Crema de Alba, la única crema en el mundo elaborada a partir de un brandy Gran Reserva. La bodega, considerada la más grande de Europa, cuenta con 180.000 metros cuadrados y ha sido Premio Nacional de Arquitectura. El recinto cuenta con un completo museo con piezas bodegueras originales desde el siglo XVII.